martes, 5 de junio de 2018

Una sede de los EE.UU. en la Patagonia


La base está (y es de EE.UU.)
Por EMILIANO GUIDO4 de junio de 2018

El Comando Sur estadounidense instalará un Comité Operativo de Emergencia (COE) cerca del aeropuerto de Neuquén capital. Se trata de un hub logístico supuestamente para ofrecer ayuda en eventos naturales catastróficos. La sede de 600 metros cuadrados incluirá un helipuerto. El gobierno patagónico aduce que no cede soberanía. Sin embargo, el COE neuquino se inscribe en la nueva estrategia de intervención extraterritorial de Washington. Los EE.UU. ya no buscan hacer pie en otros países con bases militares tradicionales, sino estableciendo pequeños puntos de apoyo, que incluso pueden estar desactivos o montados con propósitos nobles y humanitarios, para actuar en cualquier momento, cuando el Pentágono lo crea conveniente.
Los técnicos estadounidenses llegaron en un avión del gobierno de EEUU. Foto: Twitter
Las inversiones no llegan, los marines sí. El Comando Sur estadounidense instalará, con la venia del gobierno neuquino, una base de operaciones en “ayuda humanitaria” a pocos más de cuatro kilómetros del corazón urbano de la capital patagónica, muy cerca del aeropuerto local. El denominado Comité Operativo de Emergencia (COE) será un edificio plano, con helipuerto, que tendrá capacidad de albergar a cientos de evacuados en caso de precipitarse un evento natural catastrófico. Los dos millones de dólares del presupuesto de obra serán abonados íntegramente por la unidad de mando que coordina las maniobras del Pentágono en el arco latinoamericano, el ya mencionado Comando Sur. Todo bajo la fiscalización y control de la embajada de EE.UU. en Argentina.
Los técnicos estadounidenses llegaron en un avión del gobierno de EEUU. Foto: Twitter
La Gobernación de Neuquén no oficializó otro tipo de información y presenta el acuerdo como un inocuo entendimiento acto de cooperación en el ámbito civil. Sin embargo, el COE neuquino, al igual que hubs logísticos similares emplazados en países vecinos, o cercanos, como Paraguay, Chile, y fundamentalmente Perú, son piezas orgánicas ajustadas a las nuevas tesis intervencionistas de Estados Unidos.
“La creación de bases de EE.UU. en todo el planeta está aumentando gracias a una nueva generación de unidades que los militares gringos llaman nenúfares (por esa pequeña maleza acuática que le garantiza a los animales anfibios desplazarse de un punto a otro sin tocar el agua). Son pequeñas instalaciones secretas e inaccesibles con una cantidad restringida de soldados, comodidades limitadas, y armamento y suministros previamente asegurados. En todo el mundo, de Yibuti a las selvas de Honduras, de los desiertos de Mauritania a las pequeñas Islas Cocos de Australia, el Pentágono ha estado buscando tantos nenúfares como puede, en tantos países como puede, lo más rápido posible”, advierte David Vine en su libro “Base Nation”. Recapitulando, los marines de los mandarines pueden agregar a Neuquén como su nuevo “nenúfar”.
Nanci Parrilli, diputada provincial neuquina por el bloque Unidad Ciudadana, advierte a Nuestras Voces que: “Nos enteramos del acuerdo por los medios de comunicación. El gobierno no compartió ningún tipo de información oficial al respecto. Por ese motivo, junto a otros bloques parlamentarios de la oposición, elevamos un pedido de informes dentro de Legislatura. La cesión territorial a Estados Unidos para que construya una supuesta base de ayuda humanitaria nos preocupa tanto como el enorme contingente de 300 gendarmes enviado por el gobierno nacional a nuestra provincia. Supuestamente, los gendarmes se instalarán en la ciudad de Añelo, próxima al yacimiento de Vaca Muerta. Evidentemente, los poderosos recursos naturales de Neuquén, porque somos una jurisdicción rica en petróleo y también en agua gracias a nuestros caudalosos ríos, llaman la atención de las potencias”.
La legisladora provincial comparte con Nuestras Voces un dato interesante: el último desastre de origen natural ocurrido en la capital neuquina se dio hace cuatro años. Se trató de un evento pluvial fuerte e imprevisto. Las autoridades públicas respondieron a la emergencia con recursos propios. ¿Es necesario ceder soberanía territorial por el sólo hecho de dar techo y comida provisorios a la población afectada por una inundación? El Comando Sur, quizás, no localice, en un principio, personal propio en el COE neuquino. Pero, de forma lenta, casi imperceptible, EE.UU. irá logrando una ocupación del territorio. Eso garantizará futuros ejercicios conjuntos, el trato personal y afable con colegas argentinos, la incorporación de datos geográficos y en biodiversidad de un territorio portentoso en recursos naturales. No se trata de una especulación conspirativa. La experiencia indica que ese es el nuevo lento camino del intervencionismo estadounidense en el Cono Sur. Puro gradualismo.
“La base de operaciones se construirá cerca del aeropuerto. Tengamos en cuenta que la conexión aérea de la capital provincial está próxima al centro de la ciudad, a unos cuatro kilómetros. El COE de los Estados Unidos estará contiguo a barrios bastante poblados. Tenemos muchas dudas y el gobierno no hace nada por esclarecerlas. Desconocemos cuál será el margen de autonomía de nuestra Defensa Civil una vez construida la base de los EE.UU., y tampoco está claro cuál será el status jurídico de acción conjunta humanitaria, menos sabemos cuáles son las condiciones que asume la provincia como contraparte del acuerdo. Porque, a ver, la ciudad no está localizada en un territorio expuesto con regularidad a eventos naturales catastróficos. En todo caso, las contingencias naturales de gran porte, como las lluvias torrenciales del 2014, podemos afrontarlas con los recursos públicos propios”, enfatiza Parrilli a Nuestras Voces.
Cecilia Rodríguez, ex ministra de Seguridad, estuvo a cargo en el ministerio de Defensa de una Secretaría que, precisamente, coordinaba la cooperación logística militar para ayudar a municipios y provincias a contener a la población civil afectada por un severo aguacero, un tremendo alud, u otro tipo de emergencia. “Durante mi paso por Defensa, tanto el agregado de la embajada estadounidense como la propia embajadora nos planteaba a mí o al ministro (Agustín) Rossi las enormes facilidades que podía abrirnos un intercambio cooperativo en el capítulo de la emergencia. Tanto en equipamiento como capacitación. Pero, nosotros interpretábamos ese ofrecimiento como una manera elegante de encubrir una operación de otro tipo. Durante nuestro gobierno la Argentina no recibía ayuda humanitaria porque considerábamos que no teníamos un déficit en la materia. Cuando padecimos eventos climáticos no típicos, como aludes o inundaciones extremos, pudimos desde la articulación pública del Estado dar una respuesta de asistencia a la población. La intervención ministerial podía prevenir de Salud, Seguridad o Desarrollo Social y, eventualmente, de Educación por sí necesitamos ampliar el albergue para las personas desplazadas”, detalla Rodríguez a Nuestras Voces.
Paola Gallo Peláez integra la mesa directiva de Mopassol (Movimiento por la paz, la soberanía y la solidaridad entre los pueblos). Especialista en temas de defensa, Gallo Peláez reitera a Nuestras Voces el cambio doctrinario que se viene manifestando en la narrativa del Comando Sur.  “Sí observamos cómo ha cambiado la dinámica de ocupación de territorios por parte del Comando Sur, fundamentalmente después de la Guerra Fría, podemos ver que ellos han volcado su estrategia hacia el diseño de unas bases más pequeñas y dúctiles. El Pentágono enmascara dichas unidades con un supuesto propósito de ayuda humanitaria o de atención civil en emergencias de origen natural. Sin embargo, en su interior, dichas bases alojan soldados capacitados para misiones múltiples: tanto para empuñar una jeringa como un fusil”, apunta la referente de Mopassol.
Por último, Gallo Peláez advierte que: “Uno de los objetivos principales de la COE es poder contar con un contacto permanente con la población civil y, en consecuencia, realizar un exhaustivo mapa del territorio en cuestión. Con respecto a la seguridad hemisférica, EE.UU. considera que las nuevas amenazas son el terrorismo, el narcotráfico, la corrupción y también los desastres de origen natural. Por eso, ahora, podemos ver una escalada de esa tesis dentro de la literatura del Pentágono para justificar sus despliegues. Desde el 2009 viene creciendo sostenidamente la instalación de bases estadounidenses en el Cono Sur”.

“Están desapareciendo los días en los que Ramstein era la base simbólica de Estados Unidos, un coloso del tamaño de una ciudad repleto de miles o decenas de miles de estadounidenses, supermercados, Pizza Huts y otras comodidades”, reitera el profesor David Vine. Están desapareciendo esos días, pero emergen otros, con el sol iluminando, por ejemplo, los contornos del COE neuquino.

fuente: http://www.nuestrasvoces.com.ar/investigaciones/la-base-esta-y-es-de-ee-uu/

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